Sergio Lehmann

Fortalecer la musculatura

Sergio Lehmann Economista Jefe de BCI Estudios

Por: Sergio Lehmann | Publicado: Jueves 12 de julio de 2018 a las 04:00 hrs.
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La economía chilena ha repuntado debido a una mejora en la confianza y un escenario externo aún positivo, a pesar de los mayores riesgos y complejidad. La inversión es el componente de la demanda interna más dinámico, tras varios años de caídas. La debilidad que exhibía hasta hace poco hizo que el crecimiento potencial de Chile se resintiera, para ubicarse ligeramente bajo un pobre 3%.

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Para elevar nuestro crecimiento potencial a tasas más cercanas a 3,5%, o incluso a 4%, es fundamental lograr un impulso a la inversión más allá del que se proyecta para este año, cerca de 4,5%, según el Banco Central. Esto lleva a que la tasa de inversión sobre el PIB siga en torno a 21%, por debajo de cifras cercanas a 27% que se veían hace algunos años. Es urgente, por tanto, fortalecer la musculatura de la economía chilena, que ha tendido a debilitarse. Estamos corriendo a una velocidad inferior a lo requerido para alcanzar el desarrollo de aquí a dos décadas, tal como aspiramos.

Con ese fin, además de destrabar proyectos y hacer más fluida su tramitación, es clave la modernización tributaria: reintegrar el sistema iría en la dirección correcta, al proveer mayores incentivos a la inversión. Este solo factor introduciría un aumento de entre 1% y 2% en la inversión. Se debería sumar, además, algún mecanismo que genere —vía menores impuestos— un mayor apetito por nuevas inversiones, especialmente para PYMES, donde se advierten mayores dificultades para acceder a financiamiento. Esto llevaría a un mayor crecimiento económico y, por tanto, a más ingresos fiscales. Una tasa de inversión que alcance 25% del PIB podría generar un impulso de hasta cinco décimas en el crecimiento potencial de la economía. Pero ello no alcanza a compensar del todo la menor carga tributaria que se deriva de estas propuestas.

Es indispensable identificar un mecanismo que permita una compensación completa. Contribuye la recaudación que vendría de un impuesto a aplicaciones como Uber, Netflix, Spotify u otras, como Hacienda ha anunciado. Suponiendo un impuesto al ingreso entre 15% a 20%, bajo una categoría particular como la que también en Europa se está definiendo, podrían generarse unos US$ 300 millones anuales más para el fisco. Es posible que otros impuestos deban también ser revisados para que la carga tributaria no se resienta, esencial para el compromiso de ir reduciendo gradualmente el déficit fiscal.

Una musculatura mejor desarrollada permite, además, enfrentar mejor los escenarios de incertidumbre y volatilidad, por ejemplo, una guerra comercial. Es probable que se llegue a un acuerdo antes de desencadenar un debilitamiento del crecimiento mundial, pero en ambientes de alto riesgo es importante descansar sobre una economía sólida y flexible.

La economía chilena tiene buenos fundamentos, anclados en una baja deuda pública, reconocida institucionalidad, un banco central autónomo y moderno, y un sólido sistema financiero. Comparados con otras economías emergentes, los movimientos en el valor de nuestra moneda o en premios por riesgo han sido acotados.

No obstante, aún existe espacio para fortalecer nuestras bases, robusteciendo la capacidad de crecimiento de la economía. También es clave avanzar en la modernización del Estado, con una estructura más flexible y eficiente que apoye los procesos de innovación, emprendimiento y provisión de servicios públicos. La tarea por delante es exigente, pero a través de consensos y miradas técnicas podremos avanzar hacia más desarrollo y bienestar.

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